Las uvas criollas son parte de nuestra historia, son descendientes de la "Listán Prieto" que llegó con los españoles entre los siglos XVI y XVII y la Moscatel de Alejandría de origen griego y traida a América por los jesuitas, mucho antes que llegaran los varietales de Europa como el Cot (Malbec) o la Cabernet Sauvignon que crecieron rápidamente en el país.
Hoy son varios los enólogos que reivindicar la uvas criollas y producen vinos que, para mi, se adaptan mucho al paladar de los más jóvenes que buscan frescura, fluidez y un vino fácil de beber. no nos olvidemos que nuestra cepa insignia blanca, el torrontés, es una criolla 😍
El INTA viene trabajando en su clasificación y análisis genético desde 2011 y ya han identificado unas 50 variedades nuevas. Mientras esto ocurre, las bodegas trabajaban en presentar nuevos vinos que tienen como protagonistas a estas uvas 🍇
En mi posteo de hoy te comparto un vino de criolla chica lanzado por la Bodega Jorge Rubio producida de parrales plantados en 1960 en la localidad de Carmensa, General Alvear, al sur de Mendoza.
Y vos ¿Ya probaste alguna criolla? ¿Qué te parecio? ¿Cuál recomendarías? Te leo 🤩
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